Hay amarillos fríos y distantes, hay amarillos alimonados y ácidos. Hay amarillos de soles eternos que energizan el aire. Hay amarillos que Van Gogh capturó para siempre y son sólo de él. Hay otros amarillos, hay otros. Pero el tuyo es el amarillo león, el amarillo de los reyes, el amarillo de tu amor que me acaricia todos los días.
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